domingo, 24 de junio de 2012

LOS SISTEMAS GIMNÁSTICOS Y LOS INICIOS DELA EDUCACIÓN FÍSICA ESCOLARIZADA

EL SIGLO XIX: LOS SISTEMAS GIMNÁSTICOS Y LOS INICIOS DELA EDUCACIÓN FÍSICA ESCOLARIZADA
DE LAS IDEAS DE PESTALOZZISOBRE EL DESARROLLO Y CULTIVO DE LAS APTITUDES, A LA EDUCACIÓNINTEGRAL DE SPENCER
Antecedentes
En la sociedad homérica, los hombres se limitaban a la práctica del boxeo, atletismo. En Esparta en el siglo VII a. C., la práctica deportiva se sistematizo mas alcanzando un alto nivel, se hacía énfasis en lo físico, se permitía la práctica de actividades físicas con la finalidad de crear hijos fuertes. En Atenas se dedicaban al cuidado del cuerpo: “Cuerpo sano en mente sana”, formaban ciudadanos libres.
La cultura del cuerpo se comporta por dos partes: la lucha y la danza. La lucha que era como preparación para la guerra: la danza es el elemento educativo por excelencia, ya que gracias a la música, establece la relación entre el cuerpo y el alma.
Platón daba mucha importancia al intelecto y la educación del cuerpo tenía un fin higiénico y de preparación militar. Platón decía que el cuerpo es la prisión del alma, el cuerpo dice estar al servicio del alma.
En Roma se produce la ruptura entre los ejercicios atléticos y los ejercicios higiénicos. En la palestra los jóvenes romanos practicaban una gimnasia de cierto parecido a la sueca. Los juegos atléticos tenían un carácter de espectáculo. Los jóvenes romanos solo frecuentaban al anfiteatro como espectadores, dejando estas prácticas en manos de profesionales reclutados entre los pueblos barbaros.
En la edad media la educación cristiana cultiva lo espiritual frente a los ejercicios físico. En cambio la vida física del caballero es intensa, prepara para la guerra.
En el renacimiento, Rebelais empieza a dar importancia al ejercicio higiénico y al juego. En el siglo XVIII Rousseau se acerca a la naturaleza para incentivar en ella finalidades educativas, preconizando que la situación educativa fundamental era la relación entre individuo y ambiente cultural.
A Rousseau le continúa Pestalozzi que desarrolla la tesis del valor educativo de la actividad física. El método de Pestalozzi recurre a la acción en todas sus formas y modos.

JOHANN HEINRICH PESTALOZZI

Admirando su doble vertiente de educador y pedagogo. Siendo un maestro eficiente y abnegado, entregado toda su vida en cuerpo y alma a la humilde y paciente labor de la escuela; mientras escribe unos libros donde se enuncia unos principios nuevos que habrán de renovar la educación, siendo también uno de los principales precursores de la pedagogía contemporánea.
Sus ideas de simple especulación,  basada en la experiencia. Primero hace y observa, después alaba y critica al último escribe sus conclusiones en las cartas en una base empírica, con la conciencia de ser irrebatibles.
Estuvo animado de espíritu revolucionario, para una reforma democrática de su país y una renovación moral y cívica del pueblo a través de la educación
Mucho de lo que habla la pedagogía de Pestalozzi es similar a la filosofía de Kant, siendo solo en lo que se refiere a los fines morales de educación. Relacionado a la filosofía al ser del hombre, nos habla a veces como la filosofía de Kant. Pestalozzi entiende la educación como la formación del hombre en cuanto ser individual “el hombre no llega a ser hombre sino por medio de la educación” pues Pestalozzi aplica lo moral con lo social, también cabe mencionar que tiene corrientes como empirismo y racionalismo.
Pestalozzi quiere educar al niño con una forma religiosa, que deberá guiarse por la vida del sentimiento, sabiendo intercalar la fe religiosa con el amor de la madre. Lo más notable en su método de educación intelectual, su didáctica se resume en la doctrina de la institución de los objetos, profundizada a base de los tres famosos elementos de número, forma y lenguaje, que constituyen el esquema que articula las diversas asignaturas.
Óp. cit.  “por varios motivos voy a llamarlos ejercicios preparatorios. Tienen por objeto esos elementos constituidos por número, forma y lenguaje que van a servir de base a todas las ideas que podamos captar en el transcurso de nuestra vida”. Carta XXXI.
Creyó que reducía el proceso del aprendizaje intelectual del niño pequeño a sus elementos más simples, usado ese método de un modo casi mecánico, daría lugar a unos resultados bastantes acertados. Abrigando la ilusión de que aplicándolo, cualquier madre, por inculta que fuera, se convertiría en maestra eficiente de sus hijos.
Ese espíritu analista lo lleva igualmente a otros problemas cotidianos, como es el afán de que el niño descomponga las cosas en sus elementos simples, cuando en realidad parece que el globalismo de ser el proceso natural de aprendizaje. Esto sería la mayor objeción que, desde un desarrollo posterior de los conceptos pedagógicos, podríamos hacer nosotros a Pestalozzi.
La intuición como lo explicaba Pestalozzi era: el saber puramente verbal y memorístico no es auténtico saber, el cual estriba en la comprensión de las cosas y sus relaciones; y el llegar a esto ha de ser trabajo más propio del niño que de su maestro. Esto se entiende mejor si recordamos que preconiza la primacía de la educación sobre la instrucción, y del “saber hacer” sobre el “hacer”, con lo que echas las bases de la pedagogía activa.
Dentro de esta línea moderna, recordemos que aboga por una educación integral que forme a la vez el corazón, la cabeza y la mano; con lo cual la educación escolar es un complemento de la educación doméstica y una preparación a la educación que irá dando la vida. La instrucción no es más que una parte de esta tarea, y ciertamente no la más importante. La supera en valor la educación moral, que es una obra de amor y fe que inspira al niño amor y respeto al “orden” establecido por el creador.
Un acierto típico, muy de acuerdo con las afirmaciones de los psicólogos actuales es el subrayar el papel trascendental e insustituible que ejerce la madre en la formación de la personalidad del niño, cuyos mecanismos de reacción se forman, para toda la vida en sus primeros años. Para Pestalozzi todo ulterior desarrollo espiritual de la persona se basa en el vínculo natural o intuitivo entre hijo y madre. Por eso insiste en el influjo de la familia como factor de educación y dice que el arte del educador es como el del jardinero.
Las cartas en las cuales Pestalozzi dio a conocer sus observaciones reúnen unas características especiales que las hacen muy apreciables y hasta indicadas para quienes deseen formarse un cabal conocimiento de la pedagogía de Pestalozzi.
Data de 1818-1819 y está escrito en forma de cartas, en número de 34, dirigidas a un amigo y admirador, interesado en la teoría y en la práctica según las cuales orientaba la educación. Dicho personaje es el inglés James Pierpoint Greaves, que visitó Iverdon entre 1817 y 1822.
Escritas por ideas poco cristianas y algo empapadas de las ideas religiosas de los filósofos deístas de la ilustración. Es por Pestalozzi se esfuerza en estas cartas, sobre todo en la XXXIV, en mostrar que hay que animar de espíritu cristiano la educación de los niños y que su sistema no dice otra cosa.
Se trata de una obra tan sistemática como completa en la exposición de la pedagogía de Pestalozzi. El autor se propone tocar todos y cada uno de los temas, con lo cual ninguno de ellos aparece tratado de un modo profundo y detenido, con excepción de ese eje de la educación que, para Pestalozzi, es el vínculo afectivo entre madre e hijo, y que justifica el título que al libro le ha dado la edición alemana (Madre e Hijo); dicho tema, llena la primera parte del libro, con lo que se muestra claramente el papel fundamental que juega en nuestro autor, quien en esto se ha adelantado a las enseñanzas de los psicólogos modernos, así como en atribuir a los primeros años de la vida del niño gran importancia para el tipo de comportamiento que éste desarrollará posteriormente en su vida.
Óp. cit. “para quienes no han tenido ocasión frecuente de observarlo, les resulta imposible hacerse una idea de la rapidez y del ímpetu con que crece el impulso animal cuando se lo abandona a sí mismo, sin que el influjo maternal le ponga un saludable coto”. Carta XVII.
Una de ellas es el concepto de desarrollo, que representa una oposición y una corrección a Rousseau. El desarrollo del niño como un despliegue sucesivo de facultades, puesto que en el niño surgían primero las sensitivas, más tarde las intelectuales, posteriormente las sociales, las morales, las religiosas. Pestalozzi piensa de un modo muy diverso: entiende que el desarrollo es un proceso de despliegue simultáneo de aptitudes, ya que un niño es un ser dotado con todas las facultades de la naturaleza humana, si bien ninguna de ellas ha alcanzado aún su desarrollo total, cosa que se va consiguiendo gradualmente en todas las dimensiones a la vez.
Pestalozzi nos guía a través de sus cartas por cómo debe de educar a un estudiante desde que es un infante, para que pueda entender y apreciar los acontecimientos de la vida cotidiana y problemas con los cuales tenga que resolver con el pensamiento y el racionalismo “el fin último de la educación no está en el perfeccionamiento de los conocimientos escolares, sino en la eficiencia para la vida”.

Herbert Spencer

Él se basa en el metodismo de su madre y las simpatías de su padre hacia los cuáqueros, se manifestó independiente; y así, permaneció ajeno a vínculos políticos y profesionales, y ni tan sólo quiso doblegarse al del matrimonio. Llegó incluso a considerar la cultura como posible limitación de la libertad; a causa de ello no leyó mucho, ni aun textos filosóficos.
Fue adversario del imperialismo en política y del socialismo en sociología, cuando participó en aquélla  lo hizo en sentido democrático. Su formación resultó esencialmente científica y técnica; sintió afición a los experimentos y a las colecciones. Se desinteresó, sin embargo, de las lenguas y particularmente del mundo clásico, griego y latino. Ajeno por completo a los valores artísticos, no vacilaba, sin embargo, en juzgar acerca de ellos, ingenuamente seguro de sí mismo, rasgo que en él fue algo congénito; de ahí sus pasmosas apreciaciones sobre Rafael, Wagner, Homero, Platón.
Spencer pensaba exclusivamente en la lógica y en lo racional, sólo hallaba satisfacción plena en las elaboraciones sistemáticas.
Spencer fue uno de los grandes pensadores de su época que prestó cierta atención a la Educación Física, atribuyéndola un papel importante como condicionante del éxito en la dura lucha por la vida.
Separa sus ideas sobre la educación física siguiendo el esquema: primero  se plantea lo que es y lo que debe ser, después aborda sus bloques de contenido: alimento, vestido y ejercicio corporal, el cual dentro de este ultimo destaca lo que califica como exceso de trabajo intelectual.

Spencer nos indica el estado de la cuestión, es tan lamentable que, o lo remediamos, o iremos de mal o peor.
Su argumento inicia es el que presentan todas las clases sociales pues su despreocupación hacia la educación física de la infancia llega a ser demasiada.
Por ello, concluye, el asunto es muy serio porque, en el marco de su concepción evolucionista de la vida, la dejación que detecta a la hora de formar hombres robustos-atletas no es así.
Ante este problema, reconoce que otras personas y grupos (cita a Kingsley y al movimiento de los cristianos musculares) ya están proponiendo iniciativas o llamado la atención sobre la conveniencia de la formación física de la infancia. En todo caso, lo importante es que, dado que formar hombres robustos y mujeres hermosas no es un asunto baladí, se revise el régimen escolar y el de las nodrizas para armonizarlo con los progresos de las ciencias.
Por ultimo nos habla sobre los tres núcleos de la educación física, primero alimento: su cantidad, su calidad y su variedad, vestido y ejercicio corporal.
La cantidad de los alimentos no debe ser restringida en la infancia pues si estos se restringen ocasionaran excesos  cuando el infante pueda conseguirlos.
En cuanto hablamos de calidad en la alimentación infantil, Spencer observa una equivalente tendencia restrictiva y ascética, pues varios dogmas perjudican la alimentación de los niños porque el hombre tiene necesidad de comer porque sufre perdidas por el ejercicio muscular.
 En lo que atañe a los niños y niñas, Spencer reconoce que se debe de dar ejercicio corporal y se debe de tener un gimnacio y patio de recreo en todo centro educativo para seguir el instinto natural de los jóvenes y que se respeten las sensaciones físicas de los alumnos.
Desde el siglo XIX, aparecen nuevas formas de concebir la actividad física, aparecieron simultáneamente 4 movimientos gimnásticos, los cuales tuvieron su origen en distintos enfoques como: humanismo, realismo, neohumanismo y naturalismo.

ESCUELA FRANCESA

La escuela francesa o sistema natural dio sus primeros pasos en España, con Francisco de Amorós y Ondeano (1770-1848), máximo exponente de esta Escuela y fundador del Instituto Pestalozziano. Sin embargo al comienzo de la guerra de la independencia esta institución se ve obligada a desaparecer y Francisco de Amorós huye en el exilio a Francia, donde posteriormente desarrollará su obra.
La Escuela Francesa se caracteriza por una concepción natural y utilitaria de los ejercicios físicos. Son acciones de carácter global, en los que el cuerpo participa como un todo en las ejecuciones y se encaminan a preparar al individuo para la vida adulta. Se pretende una mejora de la forma física con el fin de perfeccionar los movimientos naturales, lograr un dominio corporal en las acciones y conseguir un cuerpo estéticamente bello.

La Escuela Francesa tiene dos manifestaciones: La Manifestación científica (Esteban Marey) que se basa en la relación con el campo de las ciencias biologías y se llevan a cabo estudios que se analizan los efectos del deporte sobre el organismo.
La Manifestación Técnico-Pedagógica (George Hebert), la cual tras observar las costumbres que incidían positivamente en la forma física de los pueblos primitivos y en oposición al método analítico y artificial sueco, propone una vida al aire libre en la que los ejercicios físicos deben tener un carácter natural, entendido como algo no artificial, pero si utilitario (desarrollo integral del individuo). Es lo que hoy se conoce como método natural, el cual se fundamenta en la utilización de gestos propios de nuestra especie para adquirir el desarrollo completo del individuo. Su idea se basa en que los movimientos que proporcionan fortaleza al organismo son aquellos que se realizan en la naturaleza, en forma “espontánea”, como correr, lanzar, saltar, etc.
ESCUELA SUECA
Creada por Pier Henrich Ling (1776-1839) médico, militar y profesor de esgrima de la Universidad de Luna, cuyo método se caracteriza por una concepción anatómica, biológica y correctiva de la gimnástica, fundamentada en los dogmas y principios científicos que fueron incorporados por él al sistema educativo. Esta gimnasia preparaba al soldado ante la guerra y para desarrollar el sentido estético a través de un fortalecimiento corporal y de la corrección de los defectos físicos. Ling desarrolló aparatos gimnásticos como la barra fija, las anillas, las escaleras oscilantes o la soga para trepar. Dividió la gimnasia en cuatro ramas: pedagógica, militar, médica y estética.
Escuela Alemana
 Fundada por Guts Muths(1759-1859) y Friederich Ludwing Jahn(1778-1852).
La idea de gimnasia en Alemania se sustentaba bajo los principios de obediencia, esfuerzo, sacrificio. Llevados a cabo bajo los ideales de amor por la patria y comunidad, en otras palabras era marcadamente nacionalista.
La enseñanza en una actividad compleja, pero a la vez es un camino lleno de buenos momentos, al respecto una cita: “la enseñanza quien no lo sabe que es una obra de infinito amor”, por lo tanto el profesor para materializar esta obra debe entregarse en ella con todo su ser, ya que se están formando personas, debe tener una superación constante, demostrar en todo momento una superación constante, demostrando una entrega incondicional por la actividad que realiza y sus alumnos y así asumir con mayor responsabilidad el encargo social entregado.
ESCUELA INGLESA
La Escuela Inglesa tiene su máximo representante en Thomas Arnold (1795-1842) y surge como reacción al excesivo academicismo imperante en la ecuación formal, donde el cultivo del intelecto era considerado como lo más importante respecto al desarrollo de lo corporal. Por todo ello este autor introduce el deporte en la escuela a través de "juegos deportivos" desarrollando la idea de "actitud deportiva", que se caracteriza por el "fair play" y el amateurismo, no sólo ante la práctica deportiva, sino en cualquier ámbito de la vida en general.

Este método otorga importancia a la recreación, a las reglas y a la competición en los ejercicios, desvinculándose del rendimiento deportivo y asociándose con la organización y la libertad de los alumnos en las prácticas.
En este momento es cuando aparecen muchos de los deportes reglamentados que hoy conocemos, razón por la cual se llevan a la escuela, quedando al servicio de la educación y de la formación del carácter. Si bien, estas prácticas no dejan de tener en cierto modo un carácter elitista al verse impulsadas en los colegios masculinos pertenecientes a las clases sociales más pudientes. En este proceso tiene vital importancia la celebración de los primeros Juegos Olímpicos Modernos en 1896 y su divulgación a través de los medios de comunicación. Su gran impulsor y organizador, Barón Pierre de Coubertin, será la figura que más importancia cobra en este momento ante la incorporación del deporte en la escuela. Esta aparición, además de poseer un matiz clasista, va a tener también un carácter sexista en cuanto a que Coubertín se opone a la participación femenina en la actividad deportiva por considerar antiestética y poco interesante su participación.



BIBLIOGRAFÍA

http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/pedagogia/pestalozzi/indice.html
http://www5.uva.es/agora/revista/10/agora10_burgos.pd
Pestalozzi, Juan Enrique (1999), “Desarrollo y cultivo de las aptitudes” y “Carta vigésima segunda”, en Cómo Gertrudis enseña a sus hijos. Cartas sobre la educación de los niños. Libros de educación elemental (prólogos), México, Porrúa, (“Sepan cuantos...”, 308), pp. 111-117 y182-183.

Spencer, Herberto (1913), “Educación física”, en La educación. Intelectual, moral y física, 6ª ed. ,Londres, D. Appleton y Compañía., pp. 219-246.

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Contesta el siguiente crucigrama
Vertical
1.- ¿Cuál es el máximo exponente de la escuela francesa?
La escuela francesa tiene dos manifestaciones:
2.- Estudios de los efectos del deporte sobre el organismo
3.- Los ejercicios físicos deben de tener un carácter natural
4.-Escuela donde se preparaba al soldado para la guerra, se desarrollaba el sentido estético, corrección de defectos físicos
5.-maxio representante de la escuela Inglesa
Horizontal
1.- Se introduce el deporte en la escuela a través de juegos deportivos
2.-Creador de la escuela sueca
3.- Escuela nacionalista, principios de obediencia, esfuerzo, sacrificio
4.- Escuela donde el cuerpo participa como un todo en las ejecuciones
5.- Fundadores de la escuela alemana





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